En la película El Faro, dirigida por Robert Eggers y lanzada en 2019, los personajes de Thomas Wake y Ephraim Winslow protagonizan un oscuro y perturbador viaje en una remota isla como guardianes de un faro. A medida que la película se desarrolla, se desencadena una espiral de locura, secretos y conflictos que hacen que los diálogos entre los personajes sean impactantes e inolvidables. En Puñalada.com queremos rememorar algunos de los mejores diálogos y frases de El Faro.
Las mejores frases de El Faro (2019)
A continuación te listamos algunas de las mejores frases de El Faro:
Thomas Wake: La maldición de matar un ave marina

Uno de los elementos más notables de El Faro es la relación tensa entre Thomas Wake, el veterano y autoritario guardián del faro, y Ephraim Winslow, el nuevo ayudante. En una escena temprana de la película, Thomas Wake advierte a Ephraim Winslow sobre la mala suerte de matar a una gaviota, diciendo:
“Te he visto pelear con una gaviota. Mejor déjalos en paz. Mala suerte matar a un ave marina.“
Ephraim Winslow, escéptico, responde con desdén:
“Más cuentos.“
Pero Thomas Wake insiste, aunque de manera enigmática:
“¡Mala suerte matar un ave marina! No me hagas caso, muchacho. Ninguno. Prepara un poco de café. Se avecina una larga noche. Un poco de café nos vendrá bien.“
Esta escena inicial establece un tono ominoso y supersticioso en la película. A lo largo de la historia, la superstición y el simbolismo marítimo desempeñan un papel importante, y la relación entre los personajes sigue siendo turbulenta.
Thomas Wake: Invocando a las furiosas olas del mar
Otro momento memorable en El Faro ocurre cuando Thomas Wake, en un arrebato de furia, pronuncia un discurso en el que invoca a las fuerzas del mar para castigar a Ephraim Winslow. Sus palabras son crípticas y llenas de imágenes aterradoras:
“¡Maldita sea! ¡Deja que Neptuno te mate, Winslow! ¡Escuchen! ¡Escucha, Tritón, escucha! Grita, dile a nuestro padre, el rey del mar, se elevan desde las profundidades, con toda su furia, olas negras llenas de espuma de sal, para sofocar esta joven boca con baba picante, para ahogaros, engordando vuestros órganos hasta que te pongas azul e hinchado con la sentina y la salmuera y no puede gritar más.“
Esta escena es un ejemplo de la tensión y la locura que impregnan la película, con Thomas Wake expresando sus frustraciones y deseos de manera intensa y poética.
Ephraim Winslow: La desesperación por alcanzar el faro

Ephraim Winslow anhela llegar al faro y descubrir sus secretos. En un desesperado intento por convencer a Thomas Wake de permitirle ingresar al faro, Winslow suplica:
“Solo déjame entrar en el faro, viejo. He aprendido mucho de ti. Solo déjame mostrarte. Otra oportunidad. Perdonar y olvidar, digo. Solo déjame entrar en ese faro, eso es todo. No me hagas rogar… O te rogaré. Suplicaré si eso es lo que quieres. Te rogaré. ¡Por favor! ¡Por favor!“
Thomas Wake, obstinado y misterioso como siempre, simplemente responde:
“Retírate.”
Ephraim Winslow, frustrado y enojado, lo acusa de ser egoísta y de abandonar a su familia por el faro. Estos diálogos reflejan la creciente desesperación y paranoia de los personajes mientras la película avanza.
Thomas Wake: la obsesión con Ephraim Winslow
Thomas Wake parece obsesionado con Ephraim Winslow y lo acusa de ser un impostor. En un diálogo memorable, Thomas Wake dice:
“Mírate, muchacho guapo, con ojos brillantes como una dama. Vienes a esta isla jugando a ser duro. Me haces reír con tu falsa queja. Fingiste tener algún misterio en tus silencios, pero no hay ningún misterio. Eres un libro abierto. Una pintura, digo yo.“
Esta obsesión y acusaciones crean un ambiente cargado de tensión y paranoia en la película. La relación entre Thomas Wake y Ephraim Winslow se vuelve cada vez más volátil a medida que ambos luchan por mantener su cordura en la isla aislada.
El Faro: Un lugar de misterio y locura
El faro mismo es un personaje en El Faro, rodeado de misterio y simbolismo. Ephraim Winslow ansía llegar al faro y descubrir lo que se esconde en su interior, mientras que Thomas Wake lo protege celosamente, afirmando que es el único guardián de la estación.

La película se desarrolla en una atmósfera claustrofóbica y opresiva, a medida que los personajes se ven atrapados en la isla durante una tormenta implacable. La tensión entre los dos guardianes del faro aumenta a medida que el aislamiento y la soledad los consumen.
La superstición y el simbolismo marítimo
El Faro utiliza elementos de la superstición y el simbolismo marítimo para tejer una trama intrigante y aterradora. La mención de la mala suerte de matar a una gaviota es solo uno de los muchos ejemplos de cómo la película se sumerge en la mitología marina y las creencias supersticiosas de los marineros.
El faro en sí mismo se convierte en un símbolo de obsesión y locura, y su luz parpadeante se vuelve un faro guía para los personajes, pero también una fuente de desesperación y terror.
La importancia de las frases de El Faro
El Faro es una película de terror psicológico inquietante y memorable que se destaca por sus diálogos intensos y sus actuaciones sobresalientes. Los personajes de Thomas Wake y Ephraim Winslow son complejos y perturbadores, y su interacción en la remota isla es una exploración fascinante de la locura y la obsesión.
Los diálogos entre estos personajes, impregnados de superstición y simbolismo marítimo, contribuyen a crear una atmósfera opresiva y misteriosa que atrapa al espectador desde el principio hasta el final de la película. El Faro es una obra maestra del cine que se quedará en la memoria de quienes la vean, y sus frases impactantes son solo una parte de su poderosa narrativa.