john-boorman

Hay directores cuyas obras trascienden el tiempo y dejan poso en la historia del séptimo arte. Uno de esos cineastas legendarios es John Boorman. A lo largo de su carrera, Boorman ha explorado diversos géneros cinematográficos, y uno de ellos es, por supuesto, el cine de terror, donde le recordaremos por la secuela de la que fue considerada como la gran obra maestra de William Friedkin. En Puñalada.com, exploraremos la vida y obra de John Boorman, centrándonos especialmente en su contribución al género del cine de terror y, más concretamente, de las películas de posesiones demoníacas.

Películas de terror de John Boorman

El cineasta cuenta con un amplio repertorio de obras muy reseñables, pero en este caso toca centrarse en la película de terror de John Boorman que muchos recordaremos.

Biografía de John Boorman

John Boorman nació el 18 de enero de 1933, en Shepperton, Inglaterra. Desde una edad temprana, mostró un interés apasionado por el cine, lo que eventualmente lo llevó a estudiar periodismo en la Universidad de Leicester. Después de graduarse, Boorman comenzó a trabajar como editor de documentales en la BBC, donde adquirió experiencia valiosa en el campo de la narrativa visual.

La transición a la dirección

En la década de 1960, John Boorman decidió dar el salto a la dirección cinematográfica. Su primera película como director fue Catch Us If You Can (1965), una comedia que mostró su habilidad para trabajar con actores y contar historias de manera efectiva. Sin embargo, fue en el cine más oscuro donde Boorman realmente comenzó a destacar.

La Magia de Infierno en el Pacífico (1968)

En 1968, John Boorman dirigió Infierno en el Pacífico, una película que fusiona elementos de guerra y suspense. Esta obra maestra es una muestra del ingenio de Boorman al crear tensión y miedo en un entorno aparentemente pacífico. La película cuenta la historia de dos soldados náufragos, interpretados por Lee Marvin y Toshirô Mifune, quienes luchan por sobrevivir en una isla desierta mientras se enfrentan a sus propios demonios internos.

La película se destaca por su uso magistral de la atmósfera y la psicología de los personajes para crear una sensación constante de amenaza. A pesar de que la isla parece tranquila, la tensión entre los dos protagonistas y el misterio que rodea a la isla generan un sentimiento de terror palpable. Infierno en el Pacífico fue un éxito de crítica y consolidó a Boorman como un director capaz de explorar el lado oscuro de la psique humana.

Deliverance (1972)

Sin lugar a dudas, uno de los logros más notables de John Boorman es Deliverance, estrenada en 1972. Esta película, basada en la novela homónima de James Dickey, es una experiencia cinematográfica inolvidable.

Deliverance narra la odisea de cuatro amigos que deciden realizar un emocionante viaje de canotaje por un río salvaje en Georgia. Lo que comienza como una aventura emocionante se convierte en una pesadilla cuando se cruzan con habitantes locales violentos y perturbados. La película examina la lucha de los protagonistas por sobrevivir en un entorno hostil y cómo los acontecimientos traumáticos afectan sus mentes y relaciones.

La secuencia del duelo banjo: Un icono del cine

Uno de los momentos más icónicos de Deliverance es la famosa secuencia del duelo de banjo, en la que uno de los protagonistas, Drew (interpretado por Ronny Cox), se enfrenta a un niño local en un duelo musical. Esta escena, aparentemente inofensiva, se convierte en un momento clave de la película, ya que simboliza el choque de dos mundos y anticipa la violencia que se avecina.

La música del niño, interpretada con destreza en el banjo, comienza a intimidar sutilmente a Drew, quien inicialmente subestima al niño. A medida que el duelo avanza, la tensión se acumula, y el niño demuestra ser un rival formidable. Esta secuencia es un ejemplo perfecto de cómo John Boorman utiliza la música y la atmósfera para crear una sensación de inminente peligro y malestar en el espectador.

La influencia de Deliverance en el cine de terror

La influencia de Deliverance en el cine de terror es innegable. La película estableció un estándar para el género al combinar elementos de aventura, suspenso y horror psicológico de una manera única. Muchas películas posteriores, como el slasher La matanza de Texas (1974) y Deliverance (2003), han tomado prestados elementos de la película de Boorman en su búsqueda por aterrorizar al público.

La imagen de los protagonistas enfrentando el horror en medio de la naturaleza se ha convertido en un tropo recurrente en el cine de terror, y esto se debe en gran parte a la impactante representación de la película de Boorman. Además, Deliverance subraya la idea de que el verdadero terror puede provenir de lo desconocido y de las fuerzas primitivas que acechan en lo profundo de la psique humana.

Si bien Deliverance es quizás la película más icónica de John Boorman, no es su única contribución notable. Boorman continuó explorando temas oscuros en películas como Excalibur (1981), una versión sombría de la leyenda del Rey Arturo, y El Exorcista II: El hereje (1977), su verdadera película de terror y una secuela de la exitosa El Exorcista (1973).

El Exorcista 2: El hereje

Por otro lado, El Exorcista II: El hereje (1977) es una película que ha generado opiniones divididas entre los críticos y el público. La película intenta explorar la psicología detrás de los eventos de la primera película, pero su enfoque más espiritual y psicológico la hace menos efectiva en términos de horror. Sin embargo, la película sigue siendo un ejemplo de la voluntad de Boorman de asumir riesgos y explorar temas inusuales en el género de terror.

Resumen

John Boorman es un director de cine cuya contribución al género de terror es innegable. Deliverance sigue siendo una obra maestra del cine que ha dejado huella en la cultura cinematográfica. A lo largo de su carrera, Boorman demostró su habilidad para crear atmósferas inquietantes, explorar temas oscuros y desafiar las convenciones del género.

A pesar de que su legado en el cine de terror es sólido, John Boorman también dejó su marca en otros géneros, demostrando su versatilidad como director. Su influencia en la industria del cine perdura y su capacidad para perturbar y emocionar a la audiencia sigue siendo un testimonio de su talento único. John Boorman, el maestro del cine, continuará siendo una figura icónica en la historia del séptimo arte, recordado por su habilidad para hacernos sentir el terror en la pantalla grande.